Es muy raro encontrar un diamante que no tenga defecto alguno, ya que todos ellos se han formado bajo condiciones de presión y calor extremas bajo la tierra. La escala de claridad consta de once grados, que va desde el Flawless (Sin defectos) hasta el I3 (Con Inclusiones).
No hay una regla para elegir la pureza del diamante, pero lo que siempre le recomendamos a los novios es que elijan un diamante que se vea limpio a simple vista. Claro, al revisar los diamantes con lupa con magnificación x 20 se pueden observar las inclusiones e impurezas que llegase a tener. Al momento de elegir un diamante sugerimos al novio que, aún si el diamante tuviera ciertas inclusiones, no se alcancen a percibir, y no afecte la estética del anillo.